Una buena historia:
Un Sultán soñó una noche que había perdido todos los dientes.
Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que le interpretase su sueño.
¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio, Cada diente caído será la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.
¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido,
¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.
Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
¡Estupendo Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que tendrás larga vida y sobrevivirás a todos vuestros parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran
sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.
Recuerda bien amigo mío, respondió el segundo Sabio, que todo depende de la forma en como se digan las cosas. Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.
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Que bonito sería que los problemas del mundo se arreglasen con las palabras y la comunicación.
Y ahora la receta:
200gr. de Puerros Limpios
150gr. Gulas
1 Huevos y Dos Claras
Pimienta
Ajo en Polvo
Aceite de Oliva
1.- Picamos los puerros finitos y rehogamos en un poco de aceite de oliva.
2.- Hacemos lo mismo con las gulas y le echamos una pizca de pimienta y ajo en polvo.
3.- Cuando los puerros estén doraditos los mezclamos con las gulas.
4.- Batimos los huevos y lo añadimos a los puerros y gulas. Removemos todo.
5.- Ponemos una cucharada de aceite y hacemos la tortilla unos 8 minutos por cada cara a fuego lento.
6.- Lista para comer.
Nota: Sabrosa y baja en calorías. Utilizamos sólo una yema de huevo para no subir el colesterol.