Maestra, ¿qué es el amor?
Uno de los niños de una clase de educación infantil preguntó:
Maestra… ¿qué es el amor?
La maestra sintió que la criatura merecía una respuesta que estuviese a la altura de la pregunta inteligente que había formulado. Como ya estaban en la hora del recreo, pidió a sus alumnos que dieran una vuelta por el patio de la escuela y trajeran cosas que invitaran a amar o que despertaran en ellos ese sentimiento. Los pequeños salieron apresurados y, cuando volvieron, la maestra les dijo:
Quiero que cada uno muestre lo que ha encontrado.
El primer alumno respondió:
- Yo traje esta flor… ¿no es bonita?
A continuación, otro alumno dijo:
- Yo traje este pichón de pajarito que encontré en un nido… ¿no es gracioso?
Y así los chicos, uno a uno, fueron mostrando a los demás lo que habían recogido en el patio.
Cuando terminaron, la maestra advirtió que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido en silencio mientras sus compañeros hablaban. Se sentía avergonzada por no tener nada que enseñar.
La maestra se dirigió a ella:
Muy bien, ¿y tú?, ¿no has encontrado nada que puedas amar?
La criatura, tímidamente, respondió:
- Lo siento, seño. Vi la flor y sentí su perfume, pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma durante más tiempo. Vi también mariposas suaves, llenas de color, pero parecían tan felices que no intenté coger ninguna. Vi también al pichoncito en su nido, pero…, al subir al árbol, noté la mirada triste de su madre y preferí dejarlo allí…
Así que traigo conmigo el perfume de la flor, la libertad de las mariposas, más la gratitud y sensibilidad que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo enseñaros lo que he traído?
La maestra le dio las gracias a la alumna y emocionada le dijo que había sido la única en advertir que lo que amamos no es un trofeo y que al amor lo llevamos en el corazón. El amor es algo que se siente. Hay que tener sensibilidad para vivirlo.
Y ahora la receta:
Ingredientes:
4 Pechugas de Pollo Fileteadas
2 Cebollas
2 Dientes de Ajo
2 Hojas Laurel
Aceite de Oliva Virgen
Pimienta
Sal
Un Vaso de Vino Blanco
Agua
1.- En una sartén alta ponemos el ajo laminado, un poco de aceite de oliva y las cebollas cortadas en juliana.
2.- Doramos a fuego lento unos 10 minutos.
3.- Agregamos las pechugas filetadas, el laurel, sal, pimienta y el vaso de vino blanco.
4.- Cubrimos de agua.
5.- Dejamos cocer a fuego medio durante 30 minutos.
6.- Listo para servir.
mil graciasss por unirte a mi blog ,acabo de unirme yo tambien al tuyo soy noemigf en el.
ResponderEliminarbesitos noe
Una historia preciosa y una receta para chuparse los dedos.Saludos y feliz domingo
ResponderEliminarQue ricas se ven, un paso a paso estupendo como siempre, bss
ResponderEliminarPreciosa historia, una vez más una bonita introducción para una fantastica receta. ¿sabes es así la preparo en Mi cocina...pero luego la salsa la paso...es como la quieren? Y muchas patatitas fritas....
ResponderEliminarPor cierto, me dió recuerdo para ti Milagros (de Madrid)...me reencontré con ella después de tantisimos años....
Un abrazo.
mas facil imposibleeeeeeeee y que ricas!!
ResponderEliminarHola Paco estas son las recetas que te gusta llegar de un dia de trabajo y encontrarte sobre la mesa
ResponderEliminarUna Historia muy linda
haber si me pongo al dia que estao perdia con esto de la calor solo apetece estar en la calle
un saludo
La receta buenísima Paco, la historia preciosa !!! Besos
ResponderEliminarque ricoo!!
ResponderEliminarsaludos!!