Aún recuerdo los Churritos Madrileños que hacían en el Bar La Cabaña, frente al Mercado de La Merced, justo en el edificio donde nació Picasso pero por la parte de atrás, haciendo esquina con el Pasaje de Campos. Tenía yo unos 10 años y cuando mi tía Aurora me daba un duro (5 pesetas) por hacerle algún "mandao" me iba corriendo a comprar mi cartuchito con 5 churros, por que si, aunque parezca mentira valían a peseta, ja ja ja que tiempos.
Ingredientes:
Misma cantidad de agua que de harina.
300 gr. Harina de calidad y tamizada
300 ml agua mineral.
Sal fina
Aceite de Freír
1.- Calentamos el agua con una cucharadita de sal hasta comenzar a hervir.
2.- Colocamos la harina fina sin grumos en un bol.
3.- Agregamos el agua hirviendo de golpe, con cuidado de no quemarmos y comenzamos a remover rápido.
4.- Debemos conseguir una pasta suave, consistente y homogénea.
5.- Rellenamos la manga pastelera (yo utilizo la metálica con boquilla estrellada)
6.- Con el aceite muy caliente pero sin humear vamos echando porciones de churros de unos 10 cms.
7.- Cuando comiencen a dorar y con ayudar de tenedor o pinzas damos la vuelta.
8.- Una vez dorados sacamos con espumadera y colocamos sobre papel o escurridor para que suelten el exceso de aceite.
9.- Como consejo no poner muchos churros a la vez en la sarten para que no se peguen entre si y se puedan freir bien.
10.- Ahora ya podemos colocar en bandeja, hacer el cafelito o colacao y llevar a nuestra pareja o hijo un apetitoso desayuno a la cama, tendrás un buen día seguro ja,ja,ja.
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